lunes, 12 de marzo de 2012

El último unicornio, de Peter S. Beagle

Si alguna vez me han preguntado cuál es mi película animada favorita o cuál fue la película que más disfruté en mi niñez, sin duda he respondido que El último unicornio. Lo que ya no sé decir es si cuando la vi por primera vez me gustó más la belleza de las imágenes o la historia de la unicornio que fue en busca de su pueblo y se encontró a sí misma. Pero creo que las imágenes, porque son lo que más nos gusta cuando somos niños y la curiosidad es nuestro principal motor.
Ya en la adolescencia me enteré de que detrás de esa maravillosa película había un libro escrito por Peter S. Beagle, publicado en 1968 y convertido, en poco tiempo, en un clásico de la literatura fantástica. Lo leí tan pronto lo tuve en mis manos y años después lo volví a leer y hace no mucho lo leí nuevamente. Aun así, me sigue gustando más la película, que he visto ya no sé cuántas veces. Creo que éste es uno de los pocos casos en que la película supera al libro, sin que eso signifique que este último es malo.
La historia, en ambos (existe una gran fidelidad de la película hacia el libro), empieza cuando dos cazadores que se han sumergido en un paradisíaco bosque discuten sobre la existencia de los unicornios. Uno de ellos asegura que allí, en el bosque, habita el último. Un unicornio hembra que los escucha, al verlos alejarse, se pregunta si realmente es ella la última de su especie. Pronto una alocada mariposa le habla sobre el rastro desaparecido de su pueblo y del Toro Rojo. Con nada más que dudas, la unicornio decide alejarse de su bosque para ir en busca de los suyos, o de sí misma.
En el camino se hace de dos compañeros que, a simple vista, no parecen ser los mejores: Schmendrick, un mago de talento distraído, y Molly, una mujer a la que le pesa haber dejado en el pasado su juventud porque no encontró en ella lo que buscaba.
La pista del Toro Rojo  los lleva hasta el país del temible y misterioso rey Haggard, un lugar con fama de desolado y al que muy pocos quieren ir. Pero es allí donde la unicornio va a encontrar lo que busca, y lo que no busca también.
No se puede decir que El último unicornio es una novela que propone algo nuevo, pero no hace falta. Es, a decir verdad, una historia bastante clásica, con príncipes que matan dragones, para no ir más lejos. La principal intención de Beagle, como bien se refleja en las páginas del libro, no era hacer una historia interesante (aunque la hizo), pero sí una historia de una búsqueda, de una búsqueda que requiere valor, valor que parece no existir porque cuando no hay esperanza de superar un obstáculo sólo impera el miedo.
Una de las cosas que hacen grande al género fantástico es que se presta para someter a los personajes a las más grandes pruebas, de las cuales sólo pueden salir bien librados si son capaces de actuar con valor, sacrificio, honestidad y lealtad a los amigos y a ellos mismos. Claro que no todas las novelas del género ofrecen tales pruebas de heroísmo, pero El último unicornio sí lo hace. 

Calificación: buena, regular, mala, infumable. 

10 comentarios:

  1. No conocía ni el libro ni la película, la verdad sea dicha. Curiosamente, al leerlo me ha recordado muchísimo a uno de los libros de mi niñez que me gustaría presentar un día de estos, "El jinete del dragón". Parece que ambas son historias sencillas, de aventuras y búsqueda, enfrentándose a numerosos obstáculos en el camino. No necesito que la historia sea tremendamente original e innovadora para que me guste. A veces, lo clásico es suficiente para atraparnos en la lectura si está bien desarrollado. Que una novela esté dirigida para un público más joven (creo que es el caso aunque puedo equivocarme), no significa que no pueda ser disfrutada por todas las edades. Un abrazo,

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  2. Te recomiendo ver la película, que no es nada difícil de encontrar, y ya sabrás si también quieres echarle una mirada al libro. No te equivocas, es una novela dirigida al público infantil, pero con un mensaje claro que conmueve.

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  3. Vayaaa!Menuda coincidencia, justo hoy que comentas en mi blog y veo que tu entrada es sobre mi también película favorita...me encanta!DE pequeña solía llorar con el final...
    Y ahora me da vergüenza admitir que hace un año o así volví a ver la peli y miré lo del libro...pero aún no me he hecho con él...
    Menudos recuerdos...si la primera vez que la vi tenía yo unos 8 años o así...
    Me has hecho sonreír, gracias!!!
    UN saludo!Si no te importa, te sigo el blog.

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  4. Claro que no me importa, al contrario, gracias por pasar por aquí.
    Un saludo

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  5. Esta si la conozco!!
    También es de mis favoritas y es la que mejores recuerdos tengo.
    Besos

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  6. Hola.
    Te sigo ^^ Pásate por mi blog :)
    Un beso.

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  7. La verdad es que conocía el título pero no me lo he leído. Y eso que es un clasicazo, pero no se porqué no me animó de todo el argumento para leerlo. En vacaciones, igual le doy otra oportunidad :D
    un saludo!

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  8. Te recomiendo lo mismo que a Fénix, mira primero la película.

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  9. La verdad es que adoro este libro, me lo leí hace ya un tiempo y fue increíble ^^ Pronto me lo volveré a leer, haber si sigue gustandome tanto.

    ¡un saludo!

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  10. Yo vi primero la película, me gustó y me picó luego la curiosidad para leer el libro. El libro me gustó mucho más, hay unas matices imposibles de mostrar en la peli, y además no sólo es un libro de aventuras fantásticas, es un libro filosófico, psicológico, de búsqueda - como bien dices - y muy espiritual. Ni punto de comparación con la peli, desde este punto de vista. Además, yo me los imagino mucho más expresivos a los personajes leyendo el libro, que viendo los dibujos que han hecho en la película. No es que la peli no sea buena, pero si pudiese yo haría otra película, mucho más fiel con todos los detalles de libro. Para mí lo mejor de la película es la canción de América, es preciosa y te deja ya con una especie de añoranza que es lo que caracteriza el libro.
    Gracias por tu entrada, me encanta ver que hay gente que ama esta película y el libro.
    Un abrazo

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