jueves, 23 de febrero de 2012

El maravilloso país de los snergs y la propaganda de rebote

En la entrada anterior hablé de la novela El maravilloso país de los snergs, escrita por el británico Edward Wyke-Smith y publicada por primera vez en 1927. La novela  probablemente no habría pasado de una única edición en su idioma original de no haber sido porque otro escritor británico, J. R. R. Tolkien, la leyó a sus hijos y decidió inspirarse en la raza de pequeños seres llamados snergs para crear a los hobbits.
Como consecuencia de lo anterior, la fama mundial que ha cosechado El hobbit siempre beneficia, de rebote, a El maravilloso país de los snergs. Quienes leen la novela de Tolkien, y se interesan por saber más de ella, sin duda no tardan en descubrir que fue inspirada por otra novela y les entran las ganas de leerla. Algo similar me pasó a mí.
Lo anterior no deja de ser interesante  ya que es bien sabido lo difícil que resulta para una editorial promocionar un libro. Algunas que no pueden promocionar demasiado los libros que editan sencillamente no venden o venden bien poco. Pero en el caso de la novela de Wyke-Smith la promoción es gratis y mucha,  y será aún más en cuanto se estrenen las películas de El hobbit, porque sin duda millones de lectores que ignoran la existencia del libro lo leerán entonces y quizás se interesarán por la otra novela que lo inspiró.  
Probablemente El maravilloso país de los snergs sea el único libro que no les cuesta promocionar a sus editores en los diferentes idiomas en que se vende, porque está históricamente ligado a un libro tan grande que le hace el favor de promocionarlo constantemente.
Quienes hayan leído ambos libros sabrán rápidamente que, pese a todo,  no se parecen en absoluto más allá de la similitud en la estatura de los snergs y de los hobbits. La novela de Tolkien es  una obra extraordinaria que sobrepasa al género infantil en el que fue creada, mientras que de la Wyke-Smith es sólo una novela para niños que no llega lejos. Compararlas es imposible.

3 comentarios:

  1. Vale, ahora además de para regalo que ya lo he pedido en la librería, lo quiero leer yo.
    Besos

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  2. Espero que te guste. Yo lo leí cuando ya no era niño, quizás por eso no lo valoro como debiera. Ojala a ti no te ocurra lo mismo.

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  3. Lo primero gracias por pasearte por mi blog. Con tu permiso echo un ojo por aquí que parece muy interesante y de cultura de libroas (cosa que me falta bastante) Besos

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