En la entrada de anteayer hablaba de las novelas fantásticas que sólo sirven para entretener y de las que van mucho más allá. La de hoy pertenece a las segundas y nos da una buena dosis de valor, lealtad, amistad y sobre todo de respeto. El amor, o el anhelo de él, también se esconde entre sus líneas. Hay en la novela una total ausencia de héroes perfectos y omnipotentes y la historia está llena de misterios, cada que se nos revela qué esconde uno se nos plantea otro. Todo eso ha servido para que El príncipe de la soledad sea la mejor novela que he leído en lo que va de este año, y creo que en el pasado no leí otra que me enganchara tanto.
La historia ocurre en un lugar llamado el Círculo, donde habita una sociedad casi perfecta. Allí los aristócratas, fuertes, cultivados y arrogantes, gobiernan, y los siervos, por su parte, siendo más débiles aunque mucho más numerosos, no les queda más que obedecer. Pero todos están, o parecen estar, conformes. La justicia es impartida por los seis jueces y no discriminan a nadie al momento de aplicarla.
Repentinamente la paz empieza a desmoronarse: el agua que mantiene vivos a los aristócratas amenaza con desaparecer de un momento a otro, un joven proscrito que no está conforme con el castigo al que fue sometido su padre también amenaza con cobrar venganza y cuenta con el poder para hacerlo. Por si lo anterior fuera poco, una antigua y poderosa familia aristocrática, que fue eliminada por su maldad siglos atrás, da señales de que cuando menos uno de sus descendientes anda por allí, provocando que todo y todos se estremezcan a su paso.
El problema de la falta de agua puede solucionarse fácilmente: bebiendo la sangre de los inferiores, es decir, los humanos normales, pero las antiguas leyes prohíben molestar a esos seres indefensos porque al no saber de la existencia del Círculo jamás han ofendido a nadie de allí. La sociedad pronto va a dividirse entre los aristócratas que quieren vivir a costa de lo que sea y los que están dispuestos a morir antes que actuar de forma nada honorable, lastimando a los más débiles.
Pronto las leyes son violadas y tres jóvenes inferiores son llevados por la fuerza al Círculo. Se trata de Lile, su hermano Gaen y Baon, quien demuestra pronto no ser tan inferior como todos creen. Baon es un héroe atractivo porque no pretende serlo, sólo se defiende y no lo hace nada mal. No se altera en absoluto ni cuando están a punto de matarlo, pero sí lo hace cuando Lile, la chica de la que está enamorado, se acerca demasiado a él.
En el Círculo Baon y sus amigos conocen a Albram, un joven con rostro de ángel, extraño y muy temperamental, al que parece que todos odian y que demuestra sentir lo mismo por todos. Es uno de los seis jueces y no duda en usar su poder, al parecer, sólo para fastidiar constantemente a quienes menos le agradan. Al conocerse él y Baon salen literalmente chispas, pero pronto, cada uno por su lado, se verán envueltos en un conflicto que puede cambiarlo todo, y antes que eso costarles la vida.
Todavía, y en estos tiempos, en el género fantástico hay novelas que nos pueden sorprender. Y ésta es una de ellas, extraordinaria por donde se le mire. En este blog se puede descargar gratis.
Calificación: buena, regular, mala, infumable.